sábado, 29 de junio de 2013

Triste, como el beso de despedida, quién diría que sería el último

La luna podía a ver sido testigo de aquella noche.
Aquella noche en la que por fin era tuya, eras mío, éramos eternos.
Y quién iba a juzgarnos si con tu sonrisa todo se pasa.
Si tus besos son la mejor condena conocida y
lo de que no estés conmigo la peor tortura.
Quién clavará esta noche unos enormes ojos en mi, en mi boca.
Quién me pedirá que le bese una vez más por si acaso es la última.
Quién dibujará constelaciones en mi espalda y las pondrá nombre, dime, quién.
Quién sabrá de mi, de ti, quién sabrá de nosotros, de lo que fuimos, de lo que pudimos y no fuimos.
Quién me dirá que es esto es el final y luego me volverá a besar, quién

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